Las nefastas consecuencias de la pesca de arrastre para la vida marina

El arrastre o pesca de arrastre también es conocida por el nombre de “retropesca”. Consiste fundamentalmente en el empleo de una red lastrada que barre el fondo del mar capturando todo lo que encuentra a su paso. Se trata de un sistema de pesca (o arte) activo, en el sentido de que no espera ni confía en los movimientos del pez para su captura.
La pesca de arrastre es de las menos selectivas que existe y es muy dañina para los fondos oceánicos. Puede ser considerada, de hecho, una tala al fondo marino. Las mallas empleadas alcanzan hasta 2 kilómetros de profundidad y destruyen frágiles arrecifes de corales y fondos rocosos. Esto provoca que grandes rocas sean dispersadas, que las cuevas submarinas sean destruidas y que los organismos que allí habitan sean removidos por las pesadas redes. Además, lo poco selectivo del método empleado ocasiona la captura de una gran cantidad de especies no deseadas. Es por esta razón que en la mayoría de los países está regulada, pero en muy pocos está prohibida.
Pese a que existentes evidencias científicas de las perjudiciales consecuencias de esta técnica, aún no existen en Chile acciones concretas para poner término a esta modalidad de extracción de los recursos marinos. Esos antecedentes demuestran que el arrastre es altamente destructivo para el ecosistema. Por lo mismo, debe ser restringido antes de proseguir con su utilización, tal como lo han resuelto diversos países.

No hay comentarios: