El contacto en Chile de Moby Dick

(Extractado de “La epopeya de la industria ballenera chilena”, Jorge Sepúlveda)
“Creo que habrá pocas personas que no hayan sido cautivadas por la interesante aventura narrada en el film ‘Moby Dick’. La novela Moby Dick, es obra de Herman Melville, uno de los primeros clásicos de la literatura norteamericana. Su autor siempre reconoció que se había inspirado en un caso real: el naufragio del velero Essex, hundido por una ballena, hecho divulgado por Owen Chase, sobreviviente.

Según lo publicado por ‘Revista del Domingo’ de El Mercurio del 3 de julio de 1988, la señora Ann Finch, curioseando en un viejo baúl de un pariente ya fallecido, encontró un manuscrito amarillento. No le prestó atención, pues creyó que se trataba de una antigua tarea escolar. Veinte años después, en 1980, se lo comentó al director del Museo de Nantucket, lugar que fue la capital de la caza ballenera durante el siglo pasado.
De acuerdo con el relato, Thomas Nickerson joven tripulante de 14 años, zarpa desde Nantucket en agosto de 1819 a bordo del ballenero Essex al mando del Capitán Pollard. El buque se dirige hacia el sur por el Atlántico, con escala en las islas Azores y cabo Verde. Al pasar al Pacífico, frente a las costas de Chile, logra la captura de varias ballenas las que faenan dejándoles una carga de cientos de barriles de aceite.
El Essex recala en Talcahuano para rellenar víveres y luego continúa hacia el norte, deteniéndose en las islas Galápagos. Allí carga tortugas vivas, como alimento fresco, para proseguir hacia el oeste tras la ruta migratoria de las ballenas.
El 20 de noviembre de 1820, se avista un cachalote (ballena de esperma o sperm whale) de gran tamaño que se dirige a rumbo de colisión contra el ballenero, cuyo piloto maniobra para alejarse. Sin embargo el cachalote se estrella con violencia contra el buque. Alejándose algunos cientos de metros, la ballena vuelve a embestir a alta velocidad al ballenero por la amura de babor. Con una vía de agua incontrolable el Essex se comienza a escorar en pocos minutos. La tripulación abandona el buque en tres botes.
Luego de un mes llegan a la isla Henderson, cerca de Pitcairn, la isla de los amotinados del Bounty. El 15 de febrero de 1821, casi tres meses después del naufragio y después de haberse separado las embarcaciones, el bote donde se encontraba Nickerson, es avistado y recogido por un buque inglés, cuando ya estaban a 50 millas del archipiélago de Juan Fernández, y a 3700 millas del lugar del naufragio. En cinco días llegan a Valparaíso. Otro bote con dos sobrevivientes es rescatado a la cuadra del golfo de Arauco, por el bergantín Dauphin. Estos avisaron que tres náufragos se habían quedado en Henderson. Del tercer bote no se tuvo información alguna, presumiéndose perdido.
En los registros de la Capitanía de Puerto de Valparaíso se encuentra estampada dicha historia en forma resumida. Según don Germán Munita, que ha investigado esta historia, indica que hacia 1810, varias veces aparecieron informes del avistamiento de un gran cachalote blanco, en las cercanías de la isla Mocha. Un periodista de Nueva York publicó por esa época estos avistamientos, bautizando al gigantesco cachalote blanco como ‘Mocha Dick’. De ahí que el autor norteamericano eligiera el título de su novela ‘Moby Dick’”.


Fuente:
Artículo: “La epopeya de la industria ballenera chilena”, Jorge Sepúlveda (http://www.revistamarina.cl/revistas/1997/6/jorsepul.pdf)

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